La vida es como un poema. Por José de J. Valencia Rdgz.
Con el paso de los años a cada mañana, a cada atardecer,
he mirado por la ventana de mi alcoba
el crecer de la vida y el pasar de los sueños;
contemplo arrobado el romance entre el pájaro y la lluvia,
entre la mariposa y la flor, entre la abeja y un rayo de sol…
Advierto tras el balcón en donde una pareja de amantes se despide
con húmedos y ansiosos besos y la lágrima por el adiós;
por la calle tenue iluminada caminan el panadero y el voceador
en una cerrada conferencia con su interior pasión
pero con luz en su faz por la inmensa sonrisa.
Allá, lejos sé, lo sé en verdad, que hay el hambre y el dolor,
el frío y la soledad, el desamor y el abandono;
en una casa sin sonrisa, en un cuartucho con indiferencia,
está el viejo gris con un anhelo… y vecino a él
está el hijo con la ilusión de la conquista con guerra.
Sí, eso me causa dolor; el vivir no es sólo perfume hermoso,
de cuando en cuando la resignación debí traer a mi día
y por la noche olvidar… perdonar tan luego de llorar
y al otro instante comprender Su Enseñanza…
el capital de la experiencia, el tesoro de la sabiduría.
Luego, al elevar mis ojos al cielo y su frescor percibir,
una oración sale de muy mi pecho e inevitablemente
el placer asoma, la satisfacción despierta y el suspiro aparece;
en verdad, mi Dios, en verdad has creado la vida,
la vida como maravillosa obra de arte,
…la vida como poema.