Kandy García es una jubilada viajera. Ha visitado más de 20 países y le gusta viajar sola: “para mi viajar es mezclarme con las gentes del país donde me encuentre, conocer cuales son sus aspiraciones, saborear los platos que ellos cocinan y si es posible que me inviten a su mesa junto a su familia, cuando esto consigo soy la persona más feliz del mundo.”
¿De dónde eres? ¿De qué tipo de trabajo te jubilaste?
Kandy García: Nací en Iscar, Valladolid, pero a los 18 años marché con mi familia al País Vasco donde regenté un Camping durante 10 años, me casé con u holandés y viví en Utrecht durante 5 años, allí nació mi único hijo y más tarde fijé mi residencia en un pueblecito de Granada, llamado Carchuna, donde sigo teniendo mi vivienda.
En Motril ejercí como abogado hasta el día de mi jubilación, colgué la toga en mi armario y me colgué una mochila a la espalda hasta el día de hoy.
¿A cuántos y cuáles países has viajado desde que te jubilaste?
KG: Viajé a muchos países ya que nada más jubilarme, saqué un billete de “vuelta al mundo” empezando por el Oeste, Argentina y terminando por el Este, India, así que si debo enumerar los países ahí van: Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Méjico, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, China, Indonesia, Honkong, Nepal, India, Turquia, Emiratos Arabes, Jordania, Israel y llegada a casa.
A poco de llegar comprendí que mi espíritu aventurero no podía quedarse atrapado en un lámpara de aceite como el “genio de Aladino” por lo que seguí frotando esa lamparita para dejar sacar mi “genio” aventurero y de nuevo me colgué la mochila al hombro y como siempre, en solitario me hice el recorrido por los Países del Este, que por cierto quedé muy impresionada de como países que están dentro del continente europeo, puedan continuar aún viviendo como era en España hace casi 50 años.
¿Por qué quisiste viajar, de dónde viene ese espíritu viajero?
kG: Como ya os he dicho regenté un camping cuando yo tenía 20 años y me maravillaba ver a viajeros que con una pequeña furgoneta se estaban dando la vuelta al mundo, entonces soñé que un día eso mismo haría yo y lo soñé con tal fuerza que ese sueño se hizo realidad, cierto que tuve que esperar hasta mi jubilación pero en el fondo de mi ser estaba segura de que un día llegaría y contrariamente a lo que escribió Calderón de la Barca eso de que los sueños sueños son….., pues no, los sueños si los visualizas seguro que se hacen realidad.
¿Viajas sola o con un grupo?
KG: Siempre que programo un viaje lo hago pensando en solamente dos, mi mochila y yo, lo que ocurre es que, como casi siempre duermo en albergues juveniles, allí me encuentro con otros viajeros y a poco de entablar una conversación sobre nuestras rutas decidimos hacerla juntos.
Cuando a lo largo de mis viajes me encuentro con grupos organizados más me convence que es infinitamente mejor viajar en solitario, así puedo pararme el tiempo que quiera en el lugar que más me guste, caminar a mi ritmo y no al que imponen, observar durante horas de deambular de las gentes y si es posible entablar conversación con alguno de los nativos donde me encuentre porque entonces es cuando realmente se conoce el País. Ahora para mí el viajar no es solamente conocer edificios emblemáticos, que es lo que normalmente se hace cuando se viaja en grupo, para mi el viajar es mezclarte con las gentes del país donde me encuentre, conocer cuales son sus aspiraciones, saborear los platos que ellos cocinan y si es posible, que varias veces pude hacer, es que me inviten a su mesa j unto a su familia, cuando esto consigo soy la persona más feliz del mundo. Por eso mi billete de avión siempre es sólo de “ida” porque nunca sé ni cuando ni de donde regresaré.
¿Qué opina tu familia acerca de tus viajes?
KG: Mi única familia es mi hijo Efrén y una preciosa nieta de dos años y a mi hijo lo único que le extraña es cuando pasan los meses y no he emprendido un nuevo viaje, me mira a los ojos y me dice ¿estás enferma? ¿no te sientes bien?, llevas ya tiempo sin colgarte la mochila. El sabe que soy feliz viajando y por ello él es también feliz cuando lo hago.
¿Qué es lo principal que has aprendido sobre la gente y la sociedad después de visitar países tan distintos?
KG: He aprendido tantas cosas, en mi caso en concreto aprendí que para ser feliz en la vida se necesitan muy pocas cosas, solamente querer serlo. En mi mundo de letrada pensaba que el dinero era muy necesario para sentirte feliz en la vida sin embargo en mi primer viaje alrededor del mundo me dí cuenta de lo poco que se necesita para cubrir tus perentorias necesidades. Vi gentes, sobre todo en la India que nada tenían, nada esperaban y sin embargo cuando mirabas a sus ojos encontrabas una mirada llena de amor de paz y de felicidad
¿Qué consejo les darías a los jubilados del mundo que después de su trabajo se deprimen o pierden el interés en las cosas?
KG: La palabra “jubilado” me parece es muy acertada aplicar a las personas que han tenido la suerte de poder haber llegado a una edad donde haciendo lo que tu quieras recibes cada mes una cantidad de dinero que a mi me parece caída del cielo, por eso si, yo estoy feliz de ser jubilada, o lo que es lo mismo estoy “jubilosa” tengo “júbilo” o sea “viva alegría” según el diccionario.
También reconozco que hay personas que el llegar a esa edad piensan que ya se les acabó el camino, han llegado a la cumbre de la montaña y solo les queda esperar a dar el salto definitivo, se olvidan que hasta llegar a la cumbre has necesitado mucho esfuerzo, mucho trabajo, pero no se dan cuenta de que ahora es el momento de descender la montaña y eso no supone esfuerzo alguno. ¿Cómo si fueron capaz de subir no van a poder ahora bajar?….. Que tienes la suerte de haber llegado a este punto de tu vida con una pareja a tu lado, aprovéchalo y juntitos empezad a descender la montaña, si por el contrario te encuentras solo pues ánimo si no tienes una mano al lado hazte de un bastón pero baja la montaña, nunca te quedes anclado ni en el presente ni en el pasado, te asombrarás el paisaje tan maravilloso que encontrarás en tu descenso.
¿Para ti qué es la vejez?
KG: ¡Ah! ¿Pero es que la vejez existe?, he oído hablar de antigüedades, de obsoleto pero de vejez?…. bueno pensando, pensando, quizás se refiera a la persona que ha cumplido ya muchos, muchísimos años, pues que suerte que tiene, es una persona privilegiada porque hay muchos que se quedaron a la mitad del camino, luego que dicha más grande a ver sido tu la elegida y poder seguir apagando velas una vez cada año. También es cierto que con el paso del tiempo todo se va deteriorando, pero no es menos cierto que cierto que ahora tenemos la suerte de vivir en una época donde hay muy pero que muy buenos profesionales para que con un arreglito por aquí, y carburante por allá te quedan como nuevo.
Creo que nuestros cuerpos son como una máquina que si no se usa se oxida por eso me quedo con la frase de la Madre Teresa de Calcuta:
“ Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar usa el bastón
¡¡¡ Pero NUNCA te detengas!!!!”
Magnífica frase para no solo leer si no para PRACTICAR