En la institución educativa toman cursos y les enseñan a manejar tecnologías como las computadoras. Universidad de la Tercera Edad, campus Mixcoac.
Andrea Crisma, profesora de la nueva universidad, asegura que sus alumnos, pese a que se los identifica como de la tercera edad, “son muy vitales y dispuestos a trabajar para seguir adelante. Su actitud no es de alguien viejo, yo los siento más jóvenes que nunca”.
Dejó las madejas de estambre y aquel par de ganchos de tejer en su casa; ahora pertenece a la primera generación de la Universidad de la Tercera Edad, campus Mixcoac.
María de Lourdes López, a sus 63 años de edad, de nueva cuenta regresa a las aulas pero esta vez como alumna y no como profesora de preescolar y secundaria, labor que desempeñó durante 30 años de su vida. Jubilada, es emprendedora y joven de corazón.
Llegar a la universidad, dice, “es un estímulo fabuloso para todo aquel que ha atravesado varias etapas de la vida y que ahora se merece el derecho de continuar siendo productivo”.
La mujer de cabello cano, de no más de un metro con 50 centímetros de estatura y la postura ligeramente corva, es una de los 593 alumnos de la Universidad de la Tercera Edad, en la Benito Juárez, que hoy abre sus puertas.
Acude tres veces por semana a la Universidad; un bolso, pluma, cuaderno y anteojos la acompañan por más de 30 minutos de camino de su casa en la Álvaro Obregón a las nuevas instalaciones universitarias.
A paso lento pero firme llega puntual a las clases que cursa: Logoterapia y Digitopresión para el Bienestar, la primera materia, dice María, “me enseña a vivir con lo que ahora poseo y la otra a curar con mis manos algunos malestares acordes a mi edad.”
Su estadía en la universidad es placentera. “Paso 6 horas a la semana en este edificio y me siento a gusto, está hecho y pensado para nosotros, el ambiente es agradable, aquí los recuerdos siguen vivos en la memoria de cada uno de los compañeros”.
Y confiesa “yo no puedo estar tejiendo en mi casa, desde hace una década soy jubilada, estoy acostumbrada a trabajar, lo he hecho toda mi vida y ahora no tiene por qué ser distinto”.
Las personas mayores podemos ser autosuficientes y aprovechar las oportunidades y estar aquí es una de esas cosas que se deben aprovechar, dice María mientras a prisa se aleja, pues su labor estudiantil debe continuar.
“Más jóvenes que nunca”
Andrea Crisma, profesora de la nueva universidad, asegura que sus alumnos, pese a que se los identifica como de la tercera edad, “son muy vitales y dispuestos a trabajar para seguir adelante. Su actitud no es de alguien viejo, yo los siento más jóvenes que nunca”.
La Universidad de la Tercera Edad campus Mixcoac es el segundo centro educativo en la delegación Benito Juárez para este sector de la población, está diseñado específicamente para personas de más de 50 años y con algún tipo de discapacidad motriz o visual.
La capacidad de este campus es de 3 mil 300 alumnos que puedan valerse por sí mismos, se imparten 57 materias, cursos y talleres entre idiomas, nutrición, manejo de nuevas tecnologías, pintura, psicología del adulto mayor, baile fino de salón, entre otras.
Los costos por materia son de 216 pesos, los cursos cuestan 408 pesos y la inscripción trimestral es de 96 pesos.
Jorge Romero, director general de Coordinación del Gabinete y Proyectos Especiales en la delegación Benito Juárez, explicó que para la construcción se emplearon 37 millones de pesos y el objetivo es atender a un sector de gran relevancia, pues tan sólo en la Benito Juárez hay 55 mil adultos mayores, 20% de la población total.
“Con este plantel se busca generar un lazo social entre los vecinos, que tengan un espacio de aprendizaje, esparcimiento e integración entre las personas de la tercera edad”, dijo.
Es un edificio amigable con el medio ambiente que cuenta con sistemas de captación de agua de lluvia, de reciclado de aguas grises, azotea verde, instalaciones contra incendios, planta de energía, entre otras cosas y con ello pretende obtener la certificación como edificio sustentable, argumentó.