La soledad y su influencia en la salud

La doctora inglesa Ishani Kar Purkayastha público un artículo el año 2010 que le valió el Premio Warley de ese año, por su contribución a problemáticas médicas que tienen impacto en la sociedad.

En dicho artículo, la doctora de origen indio presenta sus experiencias como interna en hospitales de ancianos en Inglaterra, presentando sus reflexiones frente al abandono de ancianos y la relación que esta condición tiene en la salud de ellos.

La historia es presentada días antes de ser navidad y protagonizada por una ficticia señora Doris Rafferty, mujer de 82 años de edad y madre de dos exitosos hijos que la tienen abandonada en dicho hospital. Frente a eso la señora Rafferty sufre por distintos dolores cada día que la hacen quejarse con el medico de turno a diario, siendo imposible por parte del facultativo el encontrar una cura para ellos, ya que en realidad no existen. La mujer sufre por su soledad, que sentirá estando en la casa de sus hijos como en el hospital. “Es que estoy tan sola y tiene tantas horas el día” le dice Doris a la doctora, y luego de mirarla con ojos sollozantes le pregunta a ella “¿doctora, puede darme usted la cura para la soledad?”

El problema de la soledad de los ancianos para la autora se está transformando en una verdadera epidemia. Es por ello que el personaje de dicho artículo es tan ficticio como real: no representa a nadie en particular y, no obstante, tiene la capacidad de representar a todos los ancianos que se encuentren en dicha situación. Es conocido por todos que las depresiones y sensaciones de abandono se agudizan durante las épocas de fiestas, y es por eso que la doctora muestra el momento en que tradicionalmente se encuentra la familia más unida, en la navidad. Sin embargo, la señora Rafferty está abandonada tanto en el hospital como si estuviera con sus hijos. “El mundo se hace cada vez más chico” dice ella, siendo todo su mundo los grises edificios londinenses que su ventana le permite visualizar. Ese es todo el mundo de esta señora, que busca cualquier excusa para poder aferrarse a él, que, para bien o para mal, es el único mundo que posee.

Presentando una temática que nos puede recordar a la reciente película Gatos viejos, en este articulo la doctora Purkayastha nos muestra como el abandono puede influir de forma negativa en la salud de la gente de la tercera edad. Pero la solución no está en sólo en las manos de la salud. Esta “epidemia” nos muestra una situación social que es necesario revertir para poder eliminar esta sensación de abandono entre los mayores, siendo parte de cada núcleo familiar el no excluir a sus integrantes longevos para que ellos no engrosen las nutridas listas de abuelos abandonados, personificados acá por la señora Doris.

La gran conclusión que podemos sacar del artículo es que las festividades pueden ser un motivo más de tristeza si no se dan las condiciones necesarias para que dicha festividad pueda generar lo contrario, esto es, alegría. Entonces, es responsabilidad de la sociedad (y de cada grupo familiar en particular) la de hacer que nuestros ancianos puedan sentirse integrados en ella, evitando de esta forma que engrosen la lista de gente de la tercera edad completamente abandonada que posee todo el mundo en la actualidad.